DESEO
|
DESEO
Te deseo como un ángel caído
que llegó a su Cielo
y bebió el agua del manantial cristalino.
Te deseo como una flor
que descubrió la fuente de Castalia *
en un desierto judío.
Te deseo como un lago
que anhela su fuga
al océano prístino,
para mezclarse con él.
Quisiera ser el suave viento
sobre tus labios
para recibir de tu agua el beso
pero tu jarra es demasiado pequeña
¿cómo podría refrescarme?
CHRYSSA NIKOLAKIS, Grecia,1977
Traducción Germain Droogenbroodt – Rafael Carcelén
* En las mitologías griega y romana, Castalia era hija del dios-río Aqueloo o simplemente una muchacha
de Delfos. Apolo la amaba, pero ella huyó de él y se zambulló en la fuente que había en Delfos, al pie del monte Parnaso, que desde entonces se llama fuente Castalia.1. Castalia podía inspirar el genio de la poesía a aquellos que bebían sus
aguas o escuchaban su suave sonido. Su agua sagrada también se usaba para purificar los templos délficos. Apolo consagró
Castalia a las Musas (Castaliae Musae).
La primera colección de obras de la poeta mexicana Sor Juana Inés de la Cruz, publicada en Madrid en 1692, se
tituló Inundación castálida o sea, inundación de poesía inspirada por las aguas de Castalia