LA VENTANA

 

LA VENTANA

 

Cuando mi fe aun pendía
del hilo débil de la justicia
y en toda la ciudad
los corazones de mis lámparas quedaron
hechos pedazos;
cuando los ojos infantiles de mi amor
fueron vendados con el pañuelo negro de la ley,
y fuentes de sangre manaban a borbotones
de los templos angustiados de mi deseo;
cuando mi vida ya no era nada,
nada más que el tic-tac de un reloj de pared,
descubrí entonces que debía,
que tenía absolutamente
que amar con locura.

FOROUGH FARROKHZAD, Iran 1935 –1967
Traducción Germain Droogenbroodt – Rafael Carcelén